Mira las crisis como oportunidades

Publicado por: Patricia Sandino Ch.

Los principales cambios que conducen a una crisis son: el desempleo, cambio de pareja, de trabajo, de lugar de residencia, de estado de salud y de estado de vida.

Si todo proviene de la manera en la que percibimos y almacenamos la información, entonces puedes decidir qué hacer contigo cuando enfrentas un suceso que no esperabas o deseabas.

Lo primero que hay que hacer en estos casos, es preguntarte qué significa esto que estás viviendo y empezar a quitar poco a poco las ilusiones de la percepción, pues los hechos no son buenos ni malos, simplemente son y están ahí frente a ti.

Una Logoterapeuta y especialista en intervención en crisis,dice: “muchos seres humanos podríamos evitarnos estas crisis, si fuéramos más flexibles al cambio”.
La especialista en Logoterapia me explicó que la crisis tiene dos polos. Es peligro y es oportunidad. Es peligro cuando se traduce en más miedo, angustia o depresión. Es oportunidad, cuando aprovechamos la depresión o sufrimiento que nos genera el cambio para crecer y ser una mejor persona.

“Cuando una persona está en crisis tiene una sensación de pérdida, confusión y una serie de sentimientos que se agolpan como: coraje, resentimiento, ira, soledad y depresión.”
Todos pasamos por diversos tipos de crisis a lo largo de nuestra vida.Por ejemplo:
Una crisis pasajera sería, no tengo vehículo para moverme en esta ciudad. Una crisis de desarrollo, son los cambios que sufrimos en la adolescencia o en la edad madura y una crisis de carácter único, es una pérdida o el fallecimiento de un ser querido.

“Es importante procesar las crisis y hacer una limpieza periódica de las mismas. La terapia ayuda en este sentido para la agilización de los tiempos para adaptarse a los cambios, pero en lo fundamental, cada persona cuenta ya con los recursos necesarios para enfrentar sus propias crisis, especialmente las de segundo orden, que serían las pasajeras y las de desarrollo”.
La teoría de la crisis tiene una serie de etapas básicas, que es necesario tomar en cuenta para su adecuado procesamiento y aprovechamiento. Estas fases son: Confusión, Aceptación, Planeación y Cumplimiento de Sí Mismo.

En la primera parte de una crisis se aclara qué fue lo que pasó y desde cuándo sucedió y qué significa para mí en este momento. Una segunda etapa es el manejo de los sentimientos y se necesitan desbloquear todos aquellos sentimientos reprimidos, aquí son muy útiles como recurso la catarsis, el llanto y la oración. Después viene la adaptación, que implica, el desarrollo de todos mis recursos y potencial, lo que me ayuda a descubrir una misión y un sentido en eso que pasó.
“Una vez que la crisis se acepta, se clarifica y se ha sacado el dolor, ya puedo aceptarla como parte de mí y de mi destino de vida. Ya no soy sin esa experiencia y así es como me alivio para reorganizar y comenzar a vivir nuevos significados y valores después de la crisis”.

El Cumplimiento de Sí Mismo, significa decirle adiós a la crisis y viene la autorrealización, pues tengo derecho a ser feliz, a relacionarme con otra pareja, a un mejor trabajo, a cambiar de ciudad y a realizar todos los cambios que la vida me requiera porque soy como una nueva persona más fortalecida. De hecho, ya no soy sin esta experiencia y vivo nuevos significados y valores después de la crisis.

Ante una crisis hay que preguntarnos quiénes somos en esta nueva etapa de la vida, qué recursos tenemos, qué podemos enfrentar y cuáles son los retos y desafíos que se requieren de nosotros en este momento y potenciar la decisión y valentía de nuestro espíritu para enfrentar nuevos caminos y opciones.